miércoles, 9 de abril de 2014

Capitán América comic del mes de Abril 2014






Capitán América

Capitán América es un personaje ficticio propiedad de Marvel Comics. La serie fue creada en 1941 por los historietistas Joe Simon y Jack Kirby, meses antes de que Estados Unidos entrase en la Segunda Guerra Mundial. Desde su concepción, con una fuerte carga patriótica antinazi, el personaje se ha convertido en uno de los superhéroes más antiguos publicado por dicha editorial. Aunque diversos personajes han adoptado el uniforme de Capitán América, el más popular y el que ha lucido el traje durante más tiempo ha sido Steven “Steve” Rogers. Otros capitanes destacados fueron John Walker entre 1987 y 1989, y Bucky Barnes entre 2008 y 2011. El héroe abanderado ha aparecido además en cine, televisión y videojuegos, generalmente con Steve Rogers como su alter ego. Al pasar a otros medios, la historia del personaje ha sido retocada en mayor o menos medida, pero siempre ha sido, según los estudiosos de la historieta Lorenzo Díaz y Ricardo Aguilera «un fiable termómetro de la temperatura social de su país».

Creación y publicación
Edad dorada (1941-1954)
El origen del Capitán América se remonta a finales de 1940, cuando la industria del comic book aún estaba configurándose. Aunque en aquellos años los Estados Unidos aún no se habían implicado en la Segunda Guerra Mundial, en los kioscos ya habían comenzado a aparecer publicaciones protagonizadas por superhéroes vestidos con uniformes patrióticos, siendo el primero de estos The Shield de MLJ Magazines Inc. Martin Goodman, propietario de la editorial Timely Comics (la actual Marvel Comics), decidió aunar sus sentimientos antinazis y su instinto editorial, por lo que encargó a los artistas Joe Simon y Jack Kirby que crearan un nuevo personaje patriótico, el Capitán América, que bebía claramente de The Shield. El tono patriótico y antinazi del personaje se hizo evidente desde el primer número, en el que el héroe propinaba un puñetazo al mismísimo Adolf Hitler Kirby comentó al respecto:
El Capitán América fue creado en un tiempo que necesitaba de figuras nobles. Todavía no estábamos en guerra, pero todo el mundo sabía que íbamos a estarlo. Esta es la razón por la que nació el Capitán América; América necesitaba un superpatriota.
Esta mezcla de historietas bélicas, propaganda patriótica y condena del nazismo convirtieron las aventuras del personaje en una de las series más populares de la editorial durante todos los años de la guerra (1941-1945), y si bien es cierto que su número de seguidores mermó tras el fin del conflicto, el personaje acabó siendo el superhéroe de Timely que más tiempo conservó su propia serie, sobreviviendo hasta finales de 1949. Los autores intentaron diversos giros narrativos para recuperar el interés de los lectores, siendo el más relevante la retirada de su compañero Bucky y su sustitución por una chica, Golden Girl.
En 1953, el editor y guionista Stan Lee relanzó al personaje con el subtítulo de «el aplasta comunistas», insertándolo en el contexto de la Guerra Fría y enfrentándolo a las fuerzas comunistas en Europa del Este, Oriente Próximo y el Lejano Oriente. No obstante, el público no conectó con el personaje, que desapareció nuevamente en 1954 tras apenas una año de aventuras.
Edad de plata (1964-1971)
En los últimos meses de 1961, Stan Lee y Jack Kirby empezaron a crear lo que hoy se conoce como el Universo Marvel, que en aquellos primeros momentos se caracterizó por un realismo y una coherencia muy superiores a los universos de ficción de otras editoriales. Aunque la mayoría de los personajes eran creaciones nuevas, Lee y Kirby también recuperaron algunos personajes y conceptos clásicos de Timely Comics, entre los que se encontraba el Capitán América.
En 1964, inspirados por las numerosas cartas que habían recibido pidiendo el regreso del Capitán América, Lee y Kirby lo incorporaron al Universo Marvel, convirtiéndolo en uno de los protagonistas del título protagonizado por Los Vengadores a partir de su cuarta entrega, si bien los autores cambiaron numerosos elementos de la historia del héroe, obviando todas sus aventuras publicadas después de la Segunda Guerra Mundial y añadiendo una mayor carga de dramatismo al personaje. Esta nueva orientación presentó al Capitán América como un héroe proveniente de una época más simple que luchaba por encontrar su propia identidad en una época de intensos cambios sociales, lo que sumado al dibujo dinámico y el ritmo sin igual de Kirby, otorgó al personaje su propio serial en solitario en el título Tales of Suspense.
En 1968, Marvel empezó a experimentar una serie de cambios importantes que condujeron a la expansión de su línea de superhéroes, lo que conllevó que el Capitán América y otros superhéroes obtuvieran su propio título. Al doblarse el número de páginas mensuales de la serie, Kirby fue incapaz de continuar produciendo la serie y cedió los lápices a otros artistas, entre los que destacaron Jim Steranko y Gene Colan, y el propio Lee abandonó los guiones del título en 1971 a causa de sus nuevas responsabilidades dentro de Marvel, que le iban distanciando de la creación de las historietas.
Explosión Marvel (1972-1980)
La Explosión Marvel fue un periodo inmensamente creativo que se dio en Marvel en la década de los 70, en el que los escritores experimentaron con diversas historias de corte más realista, las aventuras de los superhéroes se volvieron más adultas y los artistas desarrollaron nuevas fórmulas de narración gráfica.  Destacan en estos años tres etapas, cuyos guiones estuvieron a cargo de Steve Englehart, Jack Kirby y Roger McKenzie. La primera se centró en los aspectos más políticos y simbólicos del personaje, realizada por el guionista Steve Englehart y los dibujantes Sal Buscema y Frank Robbins, que se prolongó de 1972 a 1975. Tras esta etapa, Jack Kirby retomó el título entre 1976 y 1977, cumpliendo con las funciones de guionista y dibujante, desconectando al personaje de los problemas sociales y políticos que habían caracterizado la etapa anterior y apostando por aventuras donde la acción y la ciencia ficción predominaban.  Finalmente, la etapa de Roger McKenzie duró de 1978 a 1980.
Décadas de 1980 y 1990
En la década de los años 80, Marvel Comics se transformó en la principal editorial de cómics de los Estados Unidos, tras superar en ventas a todas sus competidoras. En las series, esto se reflejó en una mayor estabilidad y coherencia interna, si bien se perdió parte de la creatividad salvaje que había dominado buena parte de los cómics durante la década anterior. En el título del Capitán América, esta mayor coherencia se reflejó en el trabajo del guionista Roger Stern y el dibujante John Byrne, que cogieron todas las historias que se habían contado sobre el personaje y las unieron en una única narración coherente, según cuenta el propio Stern:
El Capitán es un personaje icónico, por lo que pensé que era especialmente importante que me metiera dentro de su cabeza… y eso quería decir, al menos para mí, leer sobre la época en la que el personaje había crecido, los años de entreguerras (…) Además, releí todas las apariciones contemporáneas del Capitán, comenzando con Avengers #4. Para la celebración de su cuarenta aniversario, estudié todas las versiones diferentes que había de su origen, y John [Byrne] y yo tratamos de destilarlas en un origen único y coherente.
Los preceptos de esta etapa fueron consolidados entre 1981 y 1984 por el guionista J.M. DeMatteis, junto a los dibujantes Mike Zeck y Paul Neary.
A partir de mediados de la década de los años ochenta, la serie conoció una etapa de gran estabilidad e importantes cambios que se prolongó durante diez años de la mano del guionista Mark Gruenwald, lo que favoreció el desarrollo de los secundarios (tanto aliados como enemigos del héroe), la evolución de numerosas subtramas, la transformación progresiva del personaje y el desarrollo de temas sociales y políticos que conectaron con los problemas sociales e inquietudes de aquellos años. De forma paralela, las aventuras del Capitán América se fueron entrelazando cada vez más con las de otros personajes del Universo Marvel a través de diversos cruces de colecciones, como "The Terminus Factor" y "Citizen Kang".
Finales del siglo XX y principios del XXI
A mediados de la década de 1990, Marvel se encontró en serios problemas financieros fruto de la crisis de la industria del cómic y de una serie de malas decisiones empresarias. En el caso del Capitán América, esto afectó de manera crítica al título, que vivió numerosos relanzamientos en un periodo muy breve. En un primer momento, el guionista Mark Waid y los dibujantes Ron Garney y Andy Kubert desarrollaron dos etapas e incluso un segundo título del personaje, Captain America: Sentinel of Liberty, que profundizaba en el pasado del Capitán América.
 
Entre las dos etapas de Waid, el personaje vivió un relanzamiento conocido como Heroes Reborn a manos del polémico artista Rob Liefeld.  Paradójicamente, a pesar de que Heroes Reborn disfrutó de buenas ventas, Liefeld reconoce que sus números recibieron numerosas críticas:
Llamé la atención con el relanzamiento del Capitán América, que sabía que iba a ser controvertido, pero cometí el error de hacer un horrendo dibujo del personaje que atrajo las mayores críticas de mi carrera. Pero más allá de aquello, me encontraba en mitad de una guerra civil dentro de Marvel (…) A pesar de conseguir nuestro objetivo de catapultar aquellos títulos hasta cifras de ventas que no se habían visto en treinta años, Heroes Reborn sufrió burlas de toda la blogosfera.
Los intentos de relanzar el título del Capitán América continuaron durante los primeros años del siglo XXI. El guionista y dibujante Dan Jurgens se ocupó del personaje entre 2000 y 2002, tras lo cual vino una etapa marcada por un recambio continuo de guionistas y editores, lo que no ayudó a dar coherencia a la historia. Una segunda serie, Captain America & The Falcon, disfrutó durante algunos números de mayor estabilidad a manos del guionista Christopher Priest, si bien la serie acabó sufriendo los mismos cambios de equipo creativo que su serie hermana.
En 2005, tras diez años de inestabilidad, el guionista Ed Brubaker se hizo cargo del título y dio comienzo a una prolongada etapa que concluyó a finales de 2012 y se completa con numerosos números especiales y series limitadas escritas por otros autores.
Actualmente
En 2013, el Capitán América fue uno de los títulos afectados por la política de relanzamientos conocida como Marvel NOW!, por lo que la serie fue renumerada y el equipo creativo pasó a estar compuesto por el guionista Rick Remender y el dibujante John Romita Jr. El escritor advirtió que, tras los ocho años de Ed Brubaker, su intención era dar un giro al tipo de historietas:
He decidido que el tono de la serie tenga sea parecido a la etapa en la que Kirby creó personajes como Arnim Zola y cosas como la Bomba Loca. Todas aquellas ideas increíbles aliñadas con un poco de ciencia ficción me parecen estupendas. La idea es emular aquella época del Capitán América, haciendo que las historias tengan mi propia voz (…) Es un cambio radical respecto a lo que Ed Brubaker estaba haciendo, pero si tratara de emularlo o continuar con el tono que él marcó a la serie no sería lo mismo. Así que voy a hacer lo que a mí me gusta, es decir, grandes dosis de aventura, ciencia ficción y espías, centrándome mucho en el hombre bajo el traje.
Mensaje y simbología  
Puesto que muchos de los guionistas que realizaron las aventuras del Capitán América buscaron conscientemente convertir al personaje en un reflejo de las inquietudes de la sociedad estadounidense de su época, no es de extrañar que el personaje posea una fuerte cargas simbólica y discursiva.  Estos mensajes y símbolos solían introducirse a través de la representación que se hacía del héroe, sus aliados y los villanos, pero también a través del tono de las aventuras.
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, el personaje se mostró claramente como un reflejo idealizado de los Estados Unidos, cuyo deber era proteger el mundo libre, mientras que el alter ego del personaje, Steve Rogers, representaba a todos y cada uno de los soldados que iban a luchar por su país y la libertad. Por su lado, Bucky se mostraba un chico normal que carecía de poderes y capacidades especiales, si bien su patriotismo era tal que luchaba junto a su ídolo por una causa justa, siendo un modelo para los lectores más jóvenes, que de paso aprendían a ser obedientes y respetuosos con sus mayores. Aunque este posicionamiento del superhéroe a favor de la libertad y la democracia fue normal durante la década de 1940, los estudiosos del personaje suelen señalar que el personaje mantuvo dicha actitud durante los años de la Guerra Fría, algo bastante poco habitual, y que ha llevado a identificar la breve etapa del personaje entre 1953 y 1954 como un cómic de influencias claramente macartistas.
El mensaje de aquellos cómics dio un giro radical a finales de la década de 1960, cuando sus aventuras reflejaron importantes cambios sociales como el renacer del movimiento feminista, las protestas estudiantiles, la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, la delincuencia juvenil y los demás cambios importantes que se estaban produciendo en la sociedad estadounidense. De ese modo, Sharon Carter, la novia del personaje, prefería una vida de acción como agente secreta de S.H.I.E.L.D. antes que estar encerrada en la casa esperando al héroe. De igual manera, el nuevo compañero del Capitán América, el Halcón, era un afroamericano que luchaba para limpiar de criminales el gueto de Harlem. Lejos de resolver los problemas simplemente a golpes, como en las décadas anteriores, el Capitán América solía afrontar estos conflictos desde un papel de mediados, evitando por lo general el empleo de la violencia y buscando siempre soluciones de consenso, lo que mostraba una sociedad más compleja y diversa a la que ya no era posible imponer soluciones fáciles.
Incluso en la década de 1980, cuando coincidiendo con el mandato de Ronald Reagan la serie dio un giro levemente conservador, que se reflejó en la pérdida de protagonismo del Halcón y la rápida muerte de Sharon Carter, los guionistas siguieron manteniendo un compromiso social. Así, por ejemplo, la saga en la que Steve Rogers abandonaba su identidad como Capitán América porque el gobierno consideraba que no representaba suficientemente bien sus intereses, coincidió cronológicamente con una época de recesión real en la que el gobierno quiso reajustar y controlar mejor sus recursos.  El propio guionista de la serie, Mark Gruenwald, reconoció que sus historietas intentaban reflejar de forma figurada problemas tangibles:
Muchos de los enemigos del Capitán América comenzaron siendo simplemente mi visión de algún problema que afectaba a los Estados Unidos. Es decir, si revisas mi etapas descubrirás que no hay un solo villano que sea malvado porque sí. Siempre defienden algo que yo sentía que tenía que ver con la sociedad estadounidense.
Hasta en los momentos en los que la serie no introducía de forma directa problemas candentes, como sucedió durante buena parte de la década de 1990, seguía planteando el conflicto entre las diferentes visiones del país, como por ejemplo las diferentes visiones del sueño americano.
Pero fue realmente a partir de los atentados del 11-S cuando las aventuras del personaje volvieron a tomar un claro giro político. Entre finales de 2001 y hasta 2004, fue habitual que el Capitán América tratase temas como la lucha contra grupos terroristas, las intrigas de su propio gobierno e incluso el maltrato a los presos de Guantánamo. De igual modo, el personaje tuvo especial protagonismo en la miniserie Civil War entre 2006 y 2007, en la que el héroe lideraba a una facción de héroes que se negaba a aceptar el Acta de Registro Super humano (una ley ficticia con inspiración en el Acta Patriótica que aprobó la presidencia de George W. Bush), contraviniendo las instrucciones del gobierno.
Biografía
El Capitán América no tiene una, sino varias biografías, puesto que son muchos los guionistas que han escrito sus aventuras, añadiendo y alterando detalles a su historia mediante la técnica de la continuidad retroactiva. La primera versión del personaje fue desarrollada entre 1941 y 1954, principalmente por Joe Simon, Jack Kirby, Stan Lee y Alan Sulman. La segunda versión, mucho más compleja a causa de las numerosas aportaciones y cambios que se han producido desde la Edad de Plata hasta la actualidad, fue desarrollada a partir de 1964 por numerosos autores, destacando en las aportaciones que Stan Lee, Jack Kirby, Steve Englehart, Roy Thomas y Steve Gerber hicieron en diversos momentos al origen del personaje.  Además, puesto que la editorial Marvel suele relanzar sus personajes cada cierto tiempo, su origen e historia pueden variar acorde a los gustos del momento.
Versión Moderna
Segunda Guerra Mundial
Steve Rogers creció en el Lower East Side de Nueva York durante los años de la Gran Depresión. Huérfano de padre y con una madre que apenas ganaba lo suficiente para poder comer, Rogers tuvo que trabajar desde muy joven, aunque eso no le impidió sacar buenas notas en el colegio, convertirse en un ávido lector de obras fantásticas y desarrollar cierto talento artístico. No obstante, en algún momento de los años 30, su madre acabó enfermando a causa del duro trabajo y falleció. Cuando descubrió la amenaza que suponía el nazismo para la libertad y la democracia, el joven Rogers quiso alistarse en el ejército, pero fue rechazado a causa de su cuerpo frágil y quebradizo.  No obstante, su gran inteligencia y coraje le permitieron ser elegido entre cientos de candidatos para participar en la Operación Renacimiento y el suero del supersoldado, una invención del doctor Erskine. A pesar de que el experimento fue un éxito y Rogers aumentó su fuerza y reflejos hasta sobrepasar los de un ser humano medio, el doctor Erskine fue asesinado por un agente nazi y la fórmula se perdió. A partir de ese momento, Rogers fue entrenado por el ejército y se le dio la identidad secreta de Capitán América, con la que lucharía contra agentes nazis.  Para mantener en secreto su identidad civil, se hizo pasar por un soldado patoso en el campamento Lehigh, donde conoció a un joven huérfano, Bucky Barnes, cuyo padre había muerto tiempo atrás en acto de servicio.  Finalmente, Bucky descubrió la identidad del Capitán América y acabó siendo su compañero de aventuras.
En su lucha contra el nazismo, Rogers descubriría poderosos enemigos, como Cráneo Rojo o el Barón Zemo, pero también valerosos aliados como Los Invasores, un grupo de superhéroes que lucharían contra los enemigos de la libertad, y su amada Peggy Carter. Sin embargo, a finales de la guerra, el Capitán América y Bucky caerían en una trampa del Barón Zemo, un avión bomba que aparentemente mataría a Bucky y que arrojaría a Rogers a las frías aguas árticas, en las que permanecería congelado hasta ser rescatado años después por Los Vengadores, grupo al que rápidamente se uniría. En ese tiempo que estuvo desaparecido, otros héroes habían tomado la identidad del Capitán América para mantener viva su leyenda entre finales de los años 40 y principios de los 50.
Reaparición
A pesar de ser una valiosa adquisición para Los Vengadores, el Capitán América se sentía un náufrago de otro tiempo y cargaba con la culpa de no haber podido salvar a Bucky. No obstante, pronto encontró un nuevo amigo en el joven Rick Jones, al que a pesar de todo prohibió convertirse en un nuevo Bucky, descubrió un nuevo amor en Sharon Carter (familia de Peggy Carter) y empezó a trabajar junto a Nick Fury para la organización SHIELD. Desgraciadamente, Rogers no solo encontró nuevos amigos, sino también una legión de enemigos dispuestos a destruirle, entre los que destacan viejos conocidos como el Barón Zemo, que regresó preparado para consumar su venganza pero que acabó muriendo fruto de su propia maldad,  y Cráneo Rojo; pero también nuevas amenazas como el Capitán América de los años 50, el Imperio Secreto (aunque no se dice directamente, se insinúa que el líder de la organización era el entonces presidente Richard Nixon), , el hijo del difunto Barón Zemo, la Sociedad Serpiente o Crossbones
Poco a poco, Steve Rogers se fue adaptando a los nuevos tiempos y encontró nuevos aliados, como Sam Wilson, que acabó adoptando la identidad de El Halcón; el segundo Nómada (Jack Monroe); o D-Man Incluso encontraría, tras la aparente muerte de su pareja Sharon Carter, nuevos intereses románticos como su vecina Bernie Rosenthal o la villana redimida Iguana Finalmente, tras descubrir que Sharon Carter seguía viva, Rogers retomaría la relación con su antigua pareja.
Crisis de identidad
Steve Rogers ha abandonado de forma consciente y voluntaria su identidad como Capitán América en varias ocasiones, tomando nuevos nombres y uniformes durante un breve espacio de tiempo:
El Nómada: Al descubrir que una importante figura política estadounidense era el líder del Imperio Secreto, una organización subversiva que había intentado tomar el control de los Estados Unidos, Steve Rogers perdió su fe en su país y abandonó su identidad como Capitán América. No obstante, Rogers quería seguir ayudando a la gente con problemas, así que adoptó una nueva identidad, El Nómada. Finalmente, la muerte de Rosco, un joven gimnasta que había ocupado brevemente la identidad de Capitán América, condujo a Rogers a replantearse su papel como símbolo y a recuperar su antigua identidad.
El Capitán: Tras negarse a convertirse en un agente a las órdenes del gobierno estadounidense, Steve Rogers renunció a su identidad como Capitán América:
El Capitán América fue creado para ser un mero soldado, pero yo lo he convertido en algo mucho más grande que eso. Volver a ser un mero soldado sería renunciar a todo aquello que he defendido durante la mejor parte de mi carrera. Para servir a mi país a vuestra manera, debería sacrificar mi libertad personal...Rogers crearía entonces una nueva identidad, El Capitán, si bien retomaría su papel como Capitán América algún tiempo después. A pesar de estos cambios de identidad, Steve Rogers siempre ha retomado su papel como Capitán América. Mark Gruenwald considera que esto es fruto de sus valores, que lo convierten en un personaje atractivo y positivo:
Creo que es el ejemplo definitivo del hombre hecho a sí mismo con un carácter positivo (…) Steve Rogers se hizo a sí mismo a través del patriotismo, entendido como el amor a su país, y el amor es algo positivo (…) Hemos visto a muchos otros personajes tomar el suero del super  soldado o una variante del mismo y ninguno de ellos ha sido [como] el Capitán América. Todos ellos se volvieron malvados o se transformaron en algo diferente. Solo Steve Rogers, por la fuerza de su personalidad y la fuerza de sus creencias e ideales logró tomar el suero del super soldado y lograr algo grande con él.
Muertes
La muerte y posterior resurrección del Capitán América se ha convertido en un tema clásico empleado por diversos guionistas a lo largo de los años, y el investigador David Walton considera que:
A lo largo de los años, los guionistas del Capitán América han (…) recurrido a la metáfora de la muerte para negociar [la identidad del personaje como símbolo] durante momentos de crisis.
La primera de estas muertes "temporales" tuvo lugar tras la explosión de un avión bomba en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, aunque luego se descubrió que el Capitán no falleció, sino que permanecía en animación suspendida en las frías aguas árticas. Su segunda muerte tuvo lugar a manos de pistoleros de la organización Hidra, si bien fue todo un montaje organizado por el propio Steve Rogers para proteger su identidad secreta y coger por sorpresa a sus enemigos. El deterioro del suero del super soldado llevó al personaje a la tumba una vez más, si bien nuevamente escapó en el último momento gracias a la intervención de su principal enemigo, Cráneo Rojo. Su cuarto encuentro con la muerte se produjo durante su combate contra el villano Onslaught, si bien acabó desvelándose que había sobrevivido y viajado a un mundo paralelo. La penúltima de estas muertes nunca fue explicada, tampoco su resurrección. Finalmente, Steve Rogers fue asesinado a manos de Sharon Carter (controlada por Cráneo Rojo), aunque posteriormente se descubrió que seguía vivo y cautivo de su némesis, y sería rescatado por sus aliados.
Otros Capitanes América
El Capitán América suele identificarse con su alter ego Steve Rogers, aunque otros personajes también han vestido el uniforme de las barras y estrellas de manera puntual. Concretamente tres de ellos fueron sucesores del Capitán América introducidos mediante la técnica de la retro continuidad con la intención de evitar contradicciones entre los cómics publicados en las décadas de 1940 y 1950 por un lado, que presentaban al héroe activo tras la Segunda Guerra Mundial, y la versión de la Edad de Plata por otro, en la que el Steve Rogers había desaparecido tras la Segunda Guerra Mundial.
Espíritu del 76
 Tras la desaparición de Rogers, el presidente estadounidense buscó a un héroe digno de llevar el traje del Capitán América. El elegido fue William Naslund, anteriormente conocido como el superhéroe Espíritu del 76. Su Bucky fue el joven Fred Davis, un joven deportista con cierto parecido a Bucky que ya se había hecho pasar por él en el pasado.  Tras una breve carrera, Naslund encontró la muerte a manos de Adam II, un robot malvado que intentaba dominar el mundo.
El Patriota
Instantes después de morir William Naslund, el superhéroe conocido como El Patriota (Jeffrey Mace) tomó la identidad del héroe abanderado y derrotó a Adam II.  Durante varios años continuó luchando contra el crimen, acompañado por el joven Davis como Bucky, hasta que en algún momento a finales de la década de los 40 colgó el uniforme.
William Burnside
El tercer Capitán América fue un científico que redescubrió la fórmula del supersoldado y la aplicó sobre sí mismo. A través de cirugía plástica, alteró su rostro y el de su joven compañero Jack Monroe para ser idénticos a Steve Rogers y Bucky Barnes, tras lo que comenzó una lucha sin cuartel contra la amenaza comunista.  No obstante, Burnside y Monroe acabarían enloqueciendo por un defecto en la fórmula, tras lo que fueron colocados en animación suspendida por el gobierno, solo para reaparecer varias décadas después e intentar recuperar su lugar como héroes patrióticos.
Rosco
Durante un breve periodo, fruto de descubrir la corrupción política, Steve Rogers se replanteó su papel como símbolo estadounidensese y abandonó su identidad como Capitán América. Poco después, un joven llamado Roscoe asumió el manto de héroe abanderado, confiando en su buena forma física para enfrentar las amenazas que salieran a su paso. Sin embargo, Rosco no tenía ni la habilidad ni la experiencia de su predecesor, por lo que acabó encontrando una muerte prematura a manos de Cráneo Rojo. Su muerte hizo reflexionar a Rogers, que finalmente retomó su identidad de Capitán América.
John Walker
Con la proliferación de superhéroes violentos como Lobezno o El Castigador, el guionista Mark Gruenwald se planteó en 1987 crear a un nuevo Capitán América más brutal: John Walker. Según el guionista, la idea era que este personaje presentara una nueva visión del patriotismo, totalmente contraria a la que mostraba Steve Rogers:
El Capitán América  era un personaje patriótico y la mayoría de sus enemigos eran antipatrióticos o simplemente no les interesaba el patriotismo, es decir, ser patriota era sinónimo de ser bueno. Pero creo que eso no es necesariamente cierto. Pueden hacerse muchas cosas malas en nombre del patriotismo. Así que quería introducir un personajes patriótico que no fuera un héroe, y que a pesar de amar sinceramente a su país, el Capitán tuviera que combatir con él porque tenían diferentes concepciones del patriotismo.
Walker apareció en un principio con la identidad de El Superpatriota en Captain America #323 (1986), un rival del Capitán América que creía sinceramente que Estados Unidos necesitaba un símbolo más joven, fuerte y menos atado por los viejos valores morales. Meses después, cuando Steve Rogers tuvo problemas con el gobierno estadounidense, Walker fue elegido para sustituirlo como Capitán América por un comité del gobierno.
En su identidad como nuevo Capitán América, Walker se convirtió en un agente perfecto para el gobierno, puesto que no discutía las órdenes que recibía. No obstante, demostraba una actitud violenta que lo acercaba más a un justiciero sanguinario que a un superhéroe. Esta conducta, lejos de desaparecer, se agravó cuando algunos de sus antiguos camaradas hiciron pública su identidad civil, lo que permitió a sus enemigos atacar y asesinar a sus padres. Finalmente, Walker comprendió que no era posible sustituir al Capitán América, y devolvió a Stever Rogers su identidad.
Bucky Barnes

 El guionista Ed Brubaker reintrodujo al antiguo compañero de Steve Rogers, Bucky Barnes, en 2005. Poco a poco, Bucky fue ganando protagonismo, primero como  el villano Winter Soldier y, posteriormente, como un nuevo aliado del Rogers. Finalmente,  tras el aparente asesinato de Rogers, Bucky Barnes se convirtió en el nuevo Capitán América aunque finalmente se retiró y devolvió el traje y el escudo a Rogers.

Poderes y habilidades
Steve Rogers fue inoculado con un misterioso suero del supersoldado desarrollado por el profesor Reinstein  para el gobierno estadounidense, lo que le permitió “aumentar su físico y mejorar sus tejidos cerebrales hasta alcanzar una estatura e inteligencia sorprendentes.” En el universo Ultimate, además, el suero del supersoldado ha hecho a Rogers inmune a gases venenosos, enfermedades de todo tipo y le permiten recuperarse a una velocidad mayor de cualquier herida. Las convenciones del género superheroico hicieron que Rogers fuese un excelente luchador desde su primera aparición, sin que se diese ninguna explicación para sus habilidades de combate hasta principios de los años 80, cuando los autores Roger Stern y John Byrne explicaron que el personaje había sido entrenado por los mejores artistas marciales y gimnastas de su época. Además de sus habilidades de combate, Rogers tiene una gran habilidad al arrojar su escudo, y es capaz en un solo lanzamiento de impactar contra varios blancos.
En ocasiones, el suero del supersoldado ha mutado, afectando a Steve Rogers de diversas maneras. El guionista Steve Englehart hizo que el veneno del supervillano Víbora y el suero del supersoldado otorgasen a Rogers superfuerza durante una temporada. El guionista J.M. DeMatteis realizó una historia en la que Cráneo Rojo anulaba los efectos del suero del supersoldado, lo que hizo que Rogers envejeciera rápidamente (lo cual planteó por primera vez que la juventud del personaje se debe al suero). También Mark Gruenwald escribió una saga titulada Fighting Chance (titulada Último Combate en España) en la que Rogers sentía el deterioro del suero del supersoldado, lo que le fue restando fuerza física hasta llevarle al borde de la muerte.
Algunos de los sustitutos del Capitán América han tenido poderes similares a él, por ejemplo, John Walker poseía superfuerza. El único que no poseía poder alguno era Rosco, lo que explica su breve carrera y rápida muerte.
Armas y equipo
El Capitán América es reconocido por su uniforme, que contiene los colores de la bandera de los Estados Unidos (azul, blanco y rojo) y una simbología claramente estadounidense (barras, estrellas y dos pequeñas alas de águila). Otro elemento característico es su escudo, con unos colores y simbología similares a los de su traje.
El escudo del Capitán América tenía originalmente forma triangular, pero pronto fue sustituido por uno nuevo circular. Stan Lee y Jack Kirby explicaron en los años 60 que el control que Rogers tenía sobre el escudo se debía a unos imanes que portaba en los guantes, si bien dichos imanes acabaron cayendo en el olvido y terminó por asumirse que el personaje era capaz de arrojarlo con efecto simplemente gracias a su habilidad. Originalmente, el escudo no poseía ninguna habilidad particular, pero con el tiempo los guionistas acabaron asumiendo que había sido creado con alguna sustancia prácticamente indestructible. El guionista Mike Carlin explicó que el escudo era una aleación de metales entre los que se encontraba el metal ficticio vibranium que había sido creado por puro azar por el científico Myron McLay, aunque otras versiones explicaban que el escudo era de adamantium o de sustancias desconocidas. Kurt Busiek estableció finalmente que el escudo era, efectivamente, una aleación desconocida de vibranium y otros metales, y esa ha sido la versión predominanente hasta el momento.   Además del escudo indestructible, algunos sustitutos del Capitán América han empleado escudos de metal más común. Durante la etapa en la que Rogers abandonó su identidad como Capitán América a finales de los años 80, empleó primero un escudo de adamántium creado por Tony Stark y posteriormente un escudo hecho completamente de vibranium facilitado por Pantera Negra. En otras ocasiones Rogers ha tenido que emplear un escudo de energía.
Durante algún tiempo a mediado de los años 90, a causa del deterioro del suero del supersoldado, Steve Rogers empleó un arnés con numerosos artilugios, y a medida que empeoraba su condición empezó a recurrir a una armadura facilitada por Tony Stark.
Aliados
Puesto que la historia del personaje difiere notablemente entre la versión de la Edad Dorada y la de la Edad de Plata, presentamos un listado de sus aliados de acuerdo a la continuidad original de la Edad de Oro, y a continuación según la nueva continuidad que se creó en la Edad de Plata.
Versión de la Edad Dorada
All-Winners Squad: Acabada la Segunda Guerra Mundial, el Capitán América y Bucky formaron equipo con la Antorcha Humana, Miss America, Namor y el Zumbador. Su primera aventura tuvo lugar en All-Winner Comics #19 (1946), donde se enfrentaron al genio criminal Isbisa.
Betsy Ross: Esta agente especial del gobierno fue el interés romántico del Capitán América durante la Edad Dorada. Tras la guerra, Steve Rogers le reveló su verdadera identidad y la entrenó para que se convirtiera en su nueva compañera, reemplazando a un Bucky que estaba cnvaleciente de una herida de bala. Su primera aparición tuvo lugar en Captain America Comics #1 (1941).
Bucky: Fiel compañero de aventuras del Capitán América durante la Edad Dorada, se convirtió en el lider de una pandilla de chicos de diverso origen, entre quienes se encontraba Toro, el joven ayudante de Antorcha Humana. Durante la posguerra siguió ayudando al Capitán América, salvo por un breve periodo en el que se tuvo que retirar a causa de una herida de bala. Su primera aparición tuvo lugar en Captain America Comics #1 (1941).
Versión moderna
Bucky (James Barnes): Tras descubrir la identidad secreta del Capitán América, James "Bucky" Barnes se convirtió en el amigo y compañero de aventuras de Steve Rogers durante la Segunda Guerra Mundial. Junto al Capitán, fue miembro de Los Invasores, pero en solitario también formó parte de la Liberty Legion y los Kid Commandos. Sus aventuras parecieron tocar a su fin cuando, en los últimos días de la guerra, un avión-trampa cargado de explosivos estalló con él a bordo. No obstante, años después, el Craneo Rojo original descubrió que el joven Barnes había sobrevivido a la explosión y que había sido rescatado, curado y manipulado por las fuerzas de la Unión Soviética, que lo convirtieron en el asesino conocido como Soldado de Invierno durante los años de la Guerra Fría. Con la ayuda de Steve Rogers, Barnes logró recuperar sus recuerdos y su auténtica personalidad, llegando a asumir el manto de Capitán América durante una temporada. Su primera aparición tuvo lugar en Captain America Comics #1 (1941), pero el secreto de su superviviencia no se reveló hasta Captain America #1 (2005).
Bucky (Jack Monroe): Jack Monroe era un adolescente en 1953, cuando se convirtió en el compañero de William Burnside, el cuarto Capitán América. Juntos lucharon contra un nuevo Cráneo Rojo (Albert Malik) y contra espías comunistas, pero el suero del supersoldado que habían empleado para tener capacidades especiales acabó afectando negativamente sus mentes, por lo que el gobierno los colocó en animación suspendida. Tras despertar en nuestros días y enfrentarse junto a Burnside al auténtico Capitán América, Monroe fue curado y se convirtió en el compañero de Steve Rogers, adoptando la identidad del Nómada. Monroe se volvió un héroe violento y autodestructivo. Finalmente encontró la muerte a manos del Soldado de Invierno (James Barnes), que por aquel entonces se encontraba bajo el control de Cráneo Rojo. Su origen fue revelado en Captain America #155 (1972) y ampliado en Nomad #18-19, #23-24 (1993, 1994).
Invasores: Los Invasores fue un grupo de superhéroes creado a finales de 1941, cuando Estados Unidos recién comenzaba a luchar en la Segunda Guerra Mundial. En origen estaba compuesto por el Capitán América, Bucky, la Antorcha Humana original, Toro, Namor, Zumbador y Miss America, aunque con el paso de los meses se unirían otros superhéroes, como Spitfire, Union Jack o Thin Man. Cuando el Capitán América y Bucky desaparecieron a finales de la guerra, el superhéroe Espíritu del 76 tomó su identidad y se unió al grupo. Una vez acabada la contienda, el grupo alteró su nombre a All-Winners Squad. Su primera aparición tuvo lugar a modo de flashback en Avengers #71 (1969), aunque su origen fue narrado en Giant-Size Invaders #1 (1975).
Rick Jones: Para el huérfano Rick Jones, el Capitán América sería un modelo a seguir desde su primer encuentro, aunque Rogers aceptó de muy buen grado su amistad, nunca quiso convertido en un nuevo Bucky. No obstante, algún tiempo después de conocerse, Jones ayudaría al Capitán América durante uno de sus casos y asumiría brevemente dicha identidad.
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