Influencias
La
Gran Depresión fue uno de los factores que influyó en las primeras historias de
Superman. La perspectiva de Shuster y Siegel, con tendencias izquierdistas, se
refleja en los primeros argumentos, donde Superman toma un rol de activista
social, que lucha contra empresarios y políticos deshonestos y demuele
conventillos ruinosos. Roger Sabin, estudioso de los cómics, lo ve como un reflejo
del «idealismo liberal del New Deal de Franklin Roosevelt». En los programas de
radio de Superman posteriores, el superhéroe continuó tocando temas sociales
como en una emisión de 1946, cuando se enfrentó a una versión del Ku Klux Klan.
También se menciona como influencia del trabajo de Shuster y Siegel su
condición de hijos de inmigrantes judíos; de acuerdo a Timothy Aaron Pevey,
ellos crearon «una figura inmigrante cuyo deseo era ajustarse en la cultura
estadounidense como un estadounidense», concepto que Pevey cree que aprovecha
un importante aspecto de la identidad norteamericana.
Siegel
señaló que los héroes míticos de las tradiciones de muchas culturas influyeron
sobre el personaje, incluyendo a Hércules y Sansón. Scott Bukatman ve al
personaje como un «digno sucesor de Lindbergh... [y] también... como Babe
Ruth», y que además es representativo de la dedicación de los Estados Unidos al
«progreso y lo nuevo» a través de su «cuerpo invulnerable... donde la historia
no puede ser inscrita». Adicionalmente, dado que Siegel y Shuster eran
fanáticos reconocidos de las revistas pulp de ciencia ficción, se ha sugerido
que otra influencia pudo ser Hugo Danner, personaje principal de Gladiator,
novela de 1930 de Philip Wylie, y que poseía los mismos poderes del Superman
inicial. Jim Steranko, historiador y creador de cómics, cita al héroe de pulp
llamado Doc Savage como otra probable fuente de inspiración, ya que encuentra
similitudes entre los primeros diseños de Shuster y los avisos publicitarios de
Savage de la misma época: «Al principio Superman era una variante del peso
pesado del pulp Doc Savage». Steranko argumentó que las revistas de pulp
jugaron un rol importante en la formación del concepto inicial: «El concepto de
Siegel de Superman personificaba y amalgamaba tres temas separados y distintos
entre sí: el visitante de otro planeta, el superhumano y la doble identidad.
Compuso el carisma de Superman explotando los tres elementos y los tres
contribuyeron de igual manera en el eventual éxito de la tira. Su inspiración,
por supuesto, vino de las revistas pulp de ciencia ficción». Steranko también
identifica como probable influencia de Siegel y Shuster a las historias de Aarn
Munro, escritas por John W. Campbell, que tratan sobre un descendiente de
terrícolas criado en Júpiter que, debido a la mayor gravedad del planeta, es un
superhombre en la Tierra, tanto de mente como de cuerpo.
Como
Siegel y Shuster eran judíos, algunos comentaristas religiosos y académicos
especializados en la cultura popular, tales como el rabí Simcha Weinstein y el
novelista británico Howard Jacobson, sugieren que la creación de Superman fue
influenciada en parte por la figura de Moisés y otros elementos judíos. El
nombre kryptoniano de Superman, Kal-El, se parece a las palabras hebreas קל-אל,
que se pueden interpretar como «voz de Dios». El sufijo
«el» —que significa de Dios— también se encuentra en los nombres de ángeles,
como Gabriel, quienes son agentes del bien con aspecto humanoide, que pueden
volar y poseen poderes sobrehumanos. Las leyendas judías del golem también se
citaron como dignas de comparación; un golem es un ser mítico creado para
proteger y servir a los judíos que eran perseguidos en el siglo XVI en Praga y
cuyo concepto revivió en la cultura popular como referencia a su sufrimiento a
manos de los nazis en Europa durante las décadas de 1930 y 1940. Además,
Superman es visto frecuentemente como una analogía de Jesús, por ser un
salvador de la humanidad. Aunque
el término superman o superhombre fue acuñado por Friedrich Nietzsche, no está
claro cuán influyente fue el filósofo alemán y sus ideales sobre Siegel y
Shuster.
Les Daniels especula que «Siegel tomó el término de otros escritores de
ciencia ficción quienes lo habían usado de manera informal», notando además que
«su concepto lo recuerdan cientos de millones que puede que apenas sepan quién
es Nietzsche».Otros autores argumentan que Siegel y Shuster «no pueden haber
ignorado la idea que dominaría el nacionalsocialismo de Hitler. El concepto
fue, ciertamente, bien discutido». Sin embargo, Jacobson y otros señalan que,
en muchos aspectos, Superman y el Übermensch son polos opuestos. Nietzsche
imaginó el Übermensch como un hombre que ha trascendido las limitaciones de la
sociedad, de la religión y de la moral convencional, mientras aún es
fundamentalmente humano. Superman, en cambio, un alienígena dotado de
increíbles poderes, elije honrar los códigos morales y sociales humanos. El
hombre perfecto de Nietzsche está más allá de los códigos morales; el hombre
perfecto de Siegel y Shuster se restringe a sí mismo con un alto nivel de
adherencia a esos mismos códigos. Los
mismos creadores de Superman discutieron sobre varios factores que influyeron
sobre el personaje. Ambos eran ávidos lectores y su mutuo amor por la ciencia
ficción ayudó a conducir su amistad. Siegel citó como influencia a las
historias de John Carter: «Carter era capaz de saltar largas distancias porque
el planeta Marte era más pequeño que la Tierra; y tenía una gran fuerza.
Imaginé a Krypton como un gran planeta, mucho más grande que la Tierra». Ambos,
además, eran ávidos coleccionistas de tiras cómicas en su juventud —que
recortaban del periódico— con el «Pequeño Nemo» (Little Nemo) de Winsor McKay
encendiendo sus imaginaciones con su sentido de la fantasía. Shuster señaló a
los artistas que jugaron un papel importante en el desarrollo de su propio
estilo y que también fueron una gran influencia: «Alex Raymod y Burne Hogarth
eran mis ídolos —también Milt Caniff, Hal Foster y Roy Crane—. Pero el cine fue
la mayor influencia en nuestra imaginación: en especial, las películas de
Douglas Fairbanks Senior». El papel de Fairbanks como Robin Hood fue, de hecho,
un referente para Superman, ya que Shuster admitió que basó la postura de
Superman en escenas de la película. El cine también influenció la narrativa y
la distribución de las viñetas en la página, mientras que la ciudad de
Metrópolis se llama así en honor a la película homónima de Fritz Lang.
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